Speakers: Nino Daniele, Councillor for Culture of the City of Naples, Rosanna Rivas, writer, journalist and Regional President of Universum Academy Switzerland, Francesco Piccolo, President of the Socio-Cultural Association Oltre I Confini "Gioventù Europea".
A new solo exhibition titled "Domestic Olympic Games" by Giacomo Montanaro, Neapolitan artist from Torre del Greco. PAN - Palazzo delle Arti di Napoli, March, 21st - April, 12th 2014.
 
 Domestic Olympic Games is a photographic reportage made of household objects such as the light bulb, the cap, the blade, the bottle. The artist, using his well-known technique, the "acid on photo paper", creates, with his unmistakable style, figures of athletes who interact with everyday objects. It will be possible to appreciste a sumo wrestler who fights with a corkscrew, a dancer dancing on a razor blade,and so on. The aim of the artist is to abandon the a priori knowledge of forms and shapes, every prejudice, to be overwhelmed by the unknown, the dream, the seductive mystery and wonderful art and life, beyond appearances and conventions.The images, at first, seem to obey a conventional formalism, who lack of inflections. The use of the camera is as a means of descriptive, free to discover the imagination and maintaining the formal resolution.They are images taken bend at the mercy of the artist who uses sotwares as hands that give a new shape to clay. He intervenes later using the painting, a tool that continues the work of the laboratory of development, a tool does not leave in peace the emulsion continuously, chaotically, a tool that determines the loss the superficial layers of shapes to give voice to colors. Differently form his previuos works, Montanaro uses the photografic image to immortalize in details everyday life essence. Giacomo Montanaro's reality has no ambition of complaint or social implications: he goes to plunder the smaller familiar pictures, not as icons in pop art, but frugal, almost banal everyday gesture. The realism of these images dialectically shpae the shamanic energy of his art, it does not stop the pulse of energy that forces him to dance in the photographic medium, but it involves looking for the holistic connection with the cosmic scheme of things. This emotional tension evoked by the object, which is released as a swollen river in the flick of Giacomo Montanaro, has nothing to do with the so-called 'supernatural'.The artist recognizes everything as an energy system itself, within a larger energy system: the object placed on the photographic paper, like everything else, deserves the same kind of respect, each element has a role in great cosmic scheme of things, it evokes new meanings, it proposes new Cartesian spaces, it creates new relationships between things. Montanaro's art creates its own reality different from the modern or postmodern we are used to. The price of social and technological progress that we have experienced, is the definitive separation between man and the everyday.Montanaro is interested into photo printing as a gateway to a world of energy that wants to experience and live.Everything is alive and personal part of a living cosmos.The artist considers photography as a form of artThe photo printing is more mysterious than a simple hessian, it is the black hole that connects its soul to a higher world. Montanaro overcomes popr art simulacre and the materials in an ever-changing and deconstruced scenery.He is closer to that primitive man who ritually marked the womb of mother earth surrounded by dark gods and spirits, he is not so close to Keith Haring, whose graffiti is linked to the city and the metropolitan anxiety or obsession with serial reproduction.The artist-shaman only takes heal, or at most to survive.


 
 

Olimpiadas domésticas es un reportaje fotográfico cuyos protagonistas son los objetos del hogar, pensemos en la bombilla, la tapa, la hoja, la botella. El artista, utilizando su técnica conocida como "ácido en papel fotográfico", crea, con su inconfundible estilo, figuras que interactúan con los objetos cotidianos. Se puede admirar, en efecto, un luchador de sumo que lucha con un sacacorchos, una bailarina que baila en una hoja de afeitar y mucho más. La intención es abandonar cualquier falso conocimiento a priori del mundo de las formas, cada prejuicio, cada conocimineto y entrar en el torbellino de lo desconocido, del sueño, del misterio seductor y maravilloso del arte y de la vida, más allá de las apariencias y de las convenciones. Las imágenes, en un primer momento, parecen obedecer a un formalismo convencional, carente de inflexión. El uso de la cámara es como un medio descriptivo que luego se abre hacia la imaginación, siempre manteniendo la resolución formal. Las imágenes reciben una forma del artista, que con sus manos modela la arcilla. En un momento posterior él utiliza la pintura y continúa el desarrollo del arte, determina la pérdida de las formas superficiales para que el color pueda imponerse. En comparación con otras obras anteriores, Montanaro inmortaliza, a través de a imagen fotográfica, los detalles de la vida cotidiana. La realidad de Giacomo Montanaro no tiene ambiciones o implicaciones sociales: él va a saquear las imágenes pequeñas familiares, pero no como iconos del arte pop, sino como momentos frugales, algunas veces banales, de la realidad. El realismo de estas imágenes dialécticamente plasma energía chamánica de su arte, no se detiene la energía de impulso que le obliga a bailar en el medio fotográfico, sino que implica buscar la conexión integral con el esquema cósmico de las cosas. Esta tensión emocional provocada por el objeto, que se libera como un río crecido en la película de Giacomo Montanaro, no tiene nada que ver con el llamado "sobrenatural". El artista reconoce todo como un sistema de energía en sí, dentro de un sistema de energía más grande: el objeto colocado en el papel fotográfico se merece respeto, cada elemento tiene un papel en el gran esquema cósmico de las cosas, que evoca significados nuevos, propone nuevos espacios cartesianos, determinas y establece entre las cosas nuevas relaciones. El arte de Giacomo Montanaro crea su propia realidad de manera diferente de la moderna y de la postmoderna, es decir, de realidad a las que ya estamos acostumbrados. El precio del progreso social y tecnológico que hemos experimentado, es la separación definitiva entre el hombre y la vida cotidiana. Para Giacomo Montanaro, la impresión de fotografías representa una puerta de entrada a un mundo de energía que quiere experimentar y vivir. Todo es parte viva y personal de un cosmos vivo. Este artista cuenta con la superación de la fotografía como una forma de arte. La impresión de fotografías es más misteriosa que un simple arpillera, es el agujero negro que conecta su alma a un mundo superior. Para Montanaro los simulacros vacíos del arte pop o la recuperación de materiales no son suficientes. Él se acerca al hombre primitivo que ritualmente marcó el vientre de la madre tierra, rodeado de dioses y espíritus oscuros. Sin duda alguna, Montanaro no se puede comparar Keith Haring, cuyos dibujos están estrechamente vinculada a la ciudad y a la ansiedad metropolitana o a la obsesión con la reproducción en serie.El artista-chamán sólo quiere curar o sobrevivir.